La evaluación de desempeño en proceso de extinción

La evaluación de desempeño en proceso de extinción.

Dr. Víctor V. López Molina

Socio Consultor

Viclau International

dr.vlopezmolina@viclau.net

 

En estos días de Covid varios aspectos de la relación laboral y la forma de trabajar están cambiando a pasos acelerados en aras de conservar la competitividad y por ende los márgenes de rentabilidad de las empresas.

El trabajo remoto, con base en el domicilio del trabajador, se ha vuelto una variable cada día más requerida para proteger la salud, de acuerdo a las normas de sana distancia, y le ha dado la oportunidad a las empresas de aplicar esta modalidad, tantas veces solicitada y pocas aceptada.

En las grandes urbes esta modalidad no sólo está funcionando para evitar contagios, sino además ha provocado u na disminución notable en el tránsito vehicular con sus aspectos positivos en la contaminación ambiental y está forzando a los gobiernos locales a hacer más eficiente y cómodo el transporte público y favorecer el uso de vehículos menos contaminantes como la bicicleta y los vehículos eléctricos.

Las empresas, al permitir y fomentar el trabajo desde casa, han tenido que adaptar y/o diseñar nuevos instrumentos para ayudar a sus empleados a poder comunicarse en línea para lograr los objetivos que se tenían fijados al principio de este año 2020.

El temor que tenían sobre la irresponsabilidad y/o falta de disciplina del empleado(a) sumergido en un mar de actividades hogareñas y además con la responsabilidad inesperada de tener a los críos también en casa, al encontrarse cerradas las escuelas han resultado infundadas, pues la gente se ha adaptado y establecido horarios para dedicarlos en forma exclusiva al trabajo con el resultado de una jornada de trabajo extendida, que sobrepasa las horas de la jornada tradicional de trabajo, aun si sumamos las horas de transporte de casa a la empresa y su regreso.

Casi un semestre ha pasado desde el inicio de la pandemia sin que se vea el final del túnel, y las empresas se ven obligadas a evaluar el desempeño de sus trabajadores, pero el instrumento tradicional se ha vuelto obsoleto, pues las condiciones tradicionales no aplican.

Desde siempre el instrumento mal llamado “Evaluación de Desempeño” era la oportunidad para que RH montara toda una escenografía para facilitar el diálogo entre empleado y supervisor para que pudieran revisar el alcance de los resultados y la forma en que se habían logrado, esto último con la intención que se cumpliera la ética laboral y el buen trato y ambiente de trabajo. Todo esto dentro de un ambiente tranquilo, que invitaba al diálogo.

La evaluación del desempeño se hacía en forma trimestral, o bien semestral y se revisaban como mencioné antes los objetivos, que en épocas normales, en más de un caso había sorpresas al conocerse los objetivos, ya que en muchas ocasiones eran muy generales e imposibles de evaluar en una escala de cumplimiento y en otras ocasiones la dinámica del mercado obligaba a su ajuste durante el trimestre, o semestre, y estos diferían de los establecidos en el formato original, ya que no se tuvo el cuidado de modificarlos.

Ahora con Covid las evaluaciones se harían en línea y las adecuaciones y modificaciones de los objetivos es la regla, y no la excepción. Las empresas no tienen tiempo para montar el escenario para la “Evaluación de Desempeño”, pues necesitan la colaboración de todos y cada uno de sus empleados, pero también deben estar seguros que alcanzaran las cifras necesarias para garantizar su competitividad en el mercado.

Esta crisis, que no termina, nos obliga a buscar soluciones rápidas y eficientes en aras de conservar el empleo y sobretodo la fuente de trabajo, los directivos lo entienden y también los empleados, sea el nivel que sea.

El trabajar en base a resultados es esencial, al igual que el trabajo en equipo y la transparencia de los logros es lo que permitirá que la empresa sobreviva.

Habrá que dejar un lado las actividades que sólo eran un requisito, y que obligaban a una compleja escenografía, pues no es necesario reunirse una vez al trimestre, o al semestre para discutir el “como” vamos y si se justifica el bono de resultados o no.

La transparencia, el conocimiento y la colaboración de todos para el alcance de los resultados son día a día y deben ponerse las medidas correctivas, y replantear las estrategias para poder seguir adelante y no poner en peligro la fuente de trabajo y sustento de familias.

En Viclau apoyamos a las Empresas en el análisis e implantación de sus estrategias ya que a veces es necesario apartarse un poco del problema para no sólo ver el árbol y poder ver el bosque.

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